Noviembre 18, 2022

 CoCo es una iniciativa que me invitó a enseñar, pero salí aprendiendo

Mi experiencia como Entrenadora de Programación en Code to Communicate (CoCo) me ha enseñado mucho. Como hispana hablante, ser parte de este proyecto bilingüe ha fortalecido mi conocimiento de Python y ha aumentado mi confianza en enseñar en inglés. CoCo es más que una experiencia de aprendizaje y va más allá de una iniciativa auspiciada por  NSF. CoCo es un espacio acogedor, es conexión, y se siente como estar en casa. Estos sentimientos fueron confirmados durante mi participación en la conferencia SACNAS 2022 (Society for Advancement of Chicanos/Hispanics & Native Americans in Science, por sus siglas en inglés) en el hermoso país de Puerto Rico. 

Tamara Aranguiz, Entrenadora de Programación de CoCo. 

Durante la conferencia, tuve la oportunidad de conocer e intercambiar ideas con personas de Estados Unidos y de otros lugares, además de promocionar CoCo y su misión. Nos involucramos con estudiantes, educadores e instituciones. Pudimos compartir nuestros métodos y objetivos, dónde trabajamos para derribar la barrera del lenguaje, a la cual una gran mayoría de estudiantes latinoamericanos se enfrenta día a día en espacios académicos. Nos sentimos inspiradas por el trabajo de otras personas y tomamos nuevas ideas para mejorar nuestras estrategias. Pero lo más importante, regresamos recargadas para continuar nuestro compromiso con CoCo y con nuestra comunidad latinoamericana. 

Tengo la esperanza de que las conexiones que hicimos durante la conferencia tengan la oportunidad de conocer a la comunidad de CoCo, llena de investigadores, directores y entrenadores. Honestamente, estoy ansiosa de conocer a nuestro nuevo grupo de Coquites y ¡aprender de la ciencia que estudiantes Latinxs están haciendo!

Desde el punto de vista personal la experiencia de visitar Puerto Rico, haber estado trabajando codo a codo con una de nuestras Co-Directoras Angelique Rosa Marín, conocer su hogar, respirar su cultura, hizo de esta experiencia algo inolvidable. Conocí a su hermosa familia, disfruté su deliciosa comida y bailé al ritmo de su música en cada esquina. 

Angelique y Tamara comiendo mofongo y mariscos. 

Tamara explorando la playa Piñones, Loiza, Puerto Rico. 

Toda esta calidez, me impactó mucho estando lejos de Chile, mi hogar, y estoy muy agradecida por su generosidad. Ver Puerto Rico con mis ojos chilenos, no solo evidenció la historia común de dolor y colonización que Latinoamérica ha sufrido, también me motivó aún más a continuar luchando por justicia e igualdad para todxs.

Gracias a CoCo, a SACNAS, y a todo aquel que lucha diariamente en pequeñas batallas por un mundo mejor.